En Marte, el año, entendido como lo que el planeta tarda en dar una vuelta en torno al Sol, dura 687 días terrestres, o sea casi dos años de los nuestros. El robot Opportunity, que deambula por el hemisferio sur de Marte explorándolo desde su aterrizaje aquí en 2004, ha afrontado los cambios de estación de varios años marcianos, y ahora se prepara para su séptimo invierno en Marte.
Los inviernos en el Planeta Rojo no son fáciles, ya que la energía solar disponible, de la que se alimentan este y otros robots, es menor que en otras estaciones del año marciano. Eso obliga a los robots a buscar zonas que les sirvan de refugio durante el invierno, usualmente sitios lo más soleados posible, donde los paneles solares puedan estar bien orientados para maximizar la recolección de energía solar.
Los responsables del robot en el Control de Misión de la Tierra planean dirigir este mes al Opportunity hacia una zona en un valle donde podrá permanecer durante su séptimo invierno marciano, aprovechando de paso su estancia allí para examinar afloramientos rocosos que contienen minerales de arcilla. Dichos minerales, según todos los indicios, albergan evidencias claras de que el lugar era húmedo en el pasado.
En ese refugio el robot pasará varios meses. El día más corto y la noche más larga del año marciano en ese hemisferio llegarán en enero.
El Opportunity ha recorrido una larga ruta. (Imagen: NASA)
En su inevitable envejecimiento después de tantos años activo y circulando por un medio tan hostil como Marte, el robot ha perdido algunas de sus capacidades. Ahora ya no usa su memoria flash, que le permitía grabar datos y mantenerlos almacenados durante la noche sin necesidad de suministro eléctrico, para su posterior envío a la Tierra. Su memoria flash comenzó tiempo atrás a sufrir fallos. Un reformateo de dicha memoria flash ejecutado a principios de este año por orden de los ingenieros disminuyó temporalmente la frecuencia de los reinicios del ordenador de a bordo (el cerebro del robot) provocados por el mal funcionamiento de esa memoria, pero dicha frecuencia volvió a aumentar hasta extremos inaceptables en primavera, y el robot ha dejado de usarla. Ahora se sustenta en su memoria RAM, inherentemente volátil (todo en ella se borra cuando se interrumpe el suministro eléctrico, como cualquier usuario de ordenador sabe). Mientras su memoria RAM está encendida, el Opportunity puede almacenar los datos de lo que va explorando. Eso le obliga sin embargo a envíos frecuentes de datos a la Tierra, o a dejar que se pierda parte de la información si no es muy importante.
El Opportunity y su “hermano” Spirit partieron de la Tierra en 2003 (enhttp://www.amazings.com/ciencia/noticiasn/140703c.html está la crónica que los redactores de NCYT de Amazings escribimos sobre el inicio de la titánica aventura y que publicamos el 14 de julio de 2003). Ambos robots llegaron a la superficie de Marte en 2004. En 2010 se perdió el contacto con el Spirit y no se ha vuelto a saber nada más de él. Con anterioridad, había sufrido problemas informáticos, e incluso llegó a enviar comunicaciones fechadas en el año 2038, como si hubiera viajado al futuro y transmitiera datos al pasado.
En cualquier caso, la actuación del Spirit, y sobre todo la del Opportunity, han sido excepcionales, ya que fueron diseñados para una misión de tan solo tres meses, y han superado con creces ese periodo de servicio.
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