Samsung presentó este jueves en Nueva York sus nuevos
Galaxy Note 5 y S6 Edge+. Se trata de los nuevos «buques insignias» de la compañía surcoreana con los que pretende coger el impulso suficiente como para
superar a Xiaomi y Huawei en ventas, sus principales rivales, pero sin perder de vista a Apple.
En España, es probable que no lleguemos a ver el nuevo terminal. De momento, Samsung no prevé su venta siquiera en europa. En primera instancia, será presentada en Estados Unidos y Asia en agosto. Así que, de momento, nos queda seguir con la
Note 4. No haya duda de que el nuevo «phablet» está muy mejorado, sobre todo a nivel estético, pero a nivel interno también. Resulta
más potente y es más fino que su predecesor. Igualmente, el diseño se ha renovado y esta vez Samsung ha optado por combinar el cristal y el metal Super AMOLED Quad HD, cuando la Note 4 tenía solo el marco de metal.
De ahí, las diferencias de peso: el anterior pesaba 176 gramos frente a los 171 del nuevo modelo que también tiene 7.6 milímetros de grosor frente a los 8.5 milímetros de su predecesor. Más manejable y, además, más potente. El tamaño esta vez no está reñido con su capacidad.
No obstante, la pantalla de la
Note 5 sigue siendo la misma, 5.7 pulgadas y resolución de 2.560 x 1.440 píxeles. No es problema pero es más que suficiente para obtener buenos resultados. Este tipo de pantalla consume mucha batería y, como ya os contamos, Samsung decidió equipar a la Note 4 de una batería de 3.220 mAh.
Sin embargo, el nuevo modelo tiene una batería de 3.000 mAh pero con carga rápida, tanto por cable como inalámbrico, por lo que habrá que comprobar de primera mano cómo se comporta y cual es su verdadera autonomía. Lo que ha llamado la atención y puede generar controversia es la decisión (obligada, por otro lado) de que la batería no sera extraíble, dada su fabricación en un única sola pieza (llamado «unibody» en el mundillo tecnológico).
Con respecto a su memoria, pasa a tener 4 GB de RAM, frente a los 3 GB del Note 4 y su procesador es un Exynos 7 de ocho núcleos y almacenamiento interno de 32 o 64 GB (la memoria interna de la Note 4 era de 16 GB y se quedaba muy justa). Sin duda, el nuevo «phablet» es mucho más potente y supera con crecer a las dos opciones de procesador (de cuatro núcleos a 2.7 GHz o de 8 núcleos a 1.9 GHz de potencia) de su predecesor.
En cuestión de cámaras, los dos modelos se quedan en los de 16 megapíxeles, pero la delantera se ha elevado en el nuevo modelo hasta los 5 megapíxeles (frente a los 3.7 anteriores). Por último, no podemos olvidar la carcasa con teclado físico que se puede adaptar al nuevo modelo. Se trata de un accesorio que Samsung ha presentado pero del que no ha ofrecido demasiados detalles.
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