Si bien hace algunos años la implementación del wifi todavía se cuestionaba,
hoy en día parece irrevocable. Comercios, establecimiento e incluso administraciones públicas han implementado
este tipo de red inalámbrica, que permite a los usuarios localizados en una determinada situación geográfica
conectarse a internet de forma
rápida y sencilla. Pese a ello, el wifi ha encontrado en los últimos años otros retos a los que enfrentarse:
la seguridad y la competencia del LTE.
Y es que al ser una red abierta, los datos que volcamos cuando utilizamos wifi pueden ser
reconocidos y utilizados por un usuario desconocido. Cuentas, datos bancarios o información personal pueden ser robados de forma clandestina simplemente por estar
conectados al mismo wifi. Además, en el caso de utilizar un router residencial,
la velocidad de navegación puede descender si no se cuenta con una contraseña segura, ya que muchos otros usuarios móviles pueden estar utilizando la red de forma simultánea.
Ante estos inconvenientes, existen una serie de claves para determinar qué red wifi es segura y cuál no. Miguel Vicario, responsable técnico en España y Portugal de Ruckus Wireless, una empresa especializada en la creación de conexiones inalámbricas, asegura que «un wifi que te pida una clave wpa suele ser más seguro», ya que determina «si la comunicación está abierta o no». Vicario asegura que, incluso si la conexión es abierta, normalmente muchas páginas web utilizan el protocolo 'htpps' (redes sociales, correo, entidades bancarias...) lo que permite «una navegación moderadamente segura». Aún así, reconoce que todavía «no todos» los wifi son fiables.
Otro factor que puede determinar una conexión segura es contar con una
VPN (
Virtual Private Network), una especie de red privada que encripta los datos que envía y recibe el dispositivo. Se puede acceder a ella de
forma gratuita con determinadas aplicaciones y permite que sea más difícil que algún intruso registre información personal.
Además de la seguridad,
el wifi se enfrenta hoy en día al avance del 4G LTE. La nueva tecnología ha sido utilizada por un gran número de operadoras para dar conexión a sus clientes y supone permite una velocidad de conexión y descarga superior al 3G. En este sentido, Vicario
considera que el LTE es una tecnología «complementaria» al wifi, en ningún caso sustitutiva.
«En mercados como en Estados Unidos, la inversión del lte es complementaria con el wifi», asegura el responsable de Ruckus Wireless. Según sus palabras, en Europa hay cierto retroceso con el mercado americano, dónde ambos sistemas conviven de forma «armonizada» e incluso se han producido avances tan notables como redes wifi que se autentifican con la tarjeta sim.
La percepción del wifi se ha modificado en los últimos años. La tecnología agrupa el 40% del traspaso de datos móviles, el 90% de las tablets cuentan
con este tipo de conexión y distintos estudios aseguran que en 2019 más del 60% de los móviles utilizará esta
red inalámbrica. Miguel Vicario asegura que el futuro pasará por acceder a otros sectores fuera de las telecomunicaciones, como la implementación de esta tecnologías
en centros educativos o la adaptación de wifi en centros comerciales para controlar el flujo de clientes. Una vez que, como afirma Vicario, «los usuarios se muestran interesados por el wifi», la tecnología se enfrenta a la mejora de su servicio.
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