jueves, 8 de enero de 2015

Cuando los «selfies» eran cosas de inútiles

Un libro sobre «inventos inútiles» publicado en Japón en 1995 incluye en su selección un palo o «stick» para hacer «selfies»



Cuando los «selfies» eran cosas de inútiles
 
Pongámonos serios por un momento. Si no hemos perdido la memoria, alguien tiene que recordar que, no hace tantos años, lo de los «selfies» no estaba tan bien visto como en la actualidad. Antes de que la tecnología nos permitiese compartir decenas de fotos al día en varias redes sociales distintas, si te sacabas una «autofoto» o «autorretrato» era porque no tenías quién te la hiciese.

Definitivamente, los tiempos han cambiado. Hoy son cada vez menos quienes se resisten a la moda del «selfie». Y aún menos los que se extrañan al ver por todas partes imágenes en las que el fotógrafo y el fotografiado son la misma persona. Así que, en pleno 2015, no es exagerado decir que quienes buscaban la manera de hacerse «selfies» eran algo así como adelantados a su época. Y los hubo, vaya si los hubo.

Según los documentos que ha compartido un usuario de Imgur, este sencillo aparato figura en un libro japonés sobre inventos inútiles publicado hace dos décadas. Seguro que esta Navidad se han vendido «sticks» similares por cientos, pero en 1995 fue colocado junto a invenciones tan ridículas como unas gafas para leer acostado o un trípode para dormir de pie. Aunque pensándolo bien, tal vez no sea buena idea calificarlas de ridículas, por lo que el devenir de las modas pueda depararnos.
 
Lo cierto es que la idea de «autofotografiarse» está lejos de ser novedosa. Incluso hubo a quien se le ocurrió mucho antes que al pobre japonés incomprendido. Un periodista llamado Alan Cleaver envió a la BBC un «selfie» de sus abuelos… fechado en 1925. Y sí: utilizan un palo para activar el disparador. Como se puede comprobar en la imagen sobre estas líneas, el gesto del abuelo denota lo orgulloso que se sintió de su ocurrencia.

Nos guste o no, la realidad se impone y todo apunta a que los «selfies» han venido para quedarse. Lo mejor que podemos hacer es aprender del pasado para mejorar en el futuro: si tienes una idea aparentemente estúpida, apúntala y regístrala a tu nombre. Quién sabe, quizá tus nietos la aprovechen casi un siglo después para marcar tendencia.

0 comentarios:

Publicar un comentario