La compañía japonesa anuncia una alianza con el proveedor de videojuegos para móviles DeNa y desvela el proyecto de creación de una nueva consola
Se aferró a su negocio frente al auge de los dispositivos móviles, cuyas prestaciones superaron con creces las de las consolas portátiles. A Nintendo no le ha ido del todo mal en la venta de máquinas a pesar de sumar en rojo los últimos ejercicios económicos y no haber cumplido con las previsiones sobre la Wii U. Con algunos altibajos en los últimos años, la compañía japonesa se resistía a lo que ahora es una realidad.
La veterana compañía de videojuegos ha anunciado este martes que lanzará juegos para teléfonos móviles inteligentes gracias a a la firma de un acuerdo con la compañía DeNa, especializada en este ámbito que cada vez cobra más fuerza. Quizá era cuestión de tiempo que la Nintendo diera su brazo a torcer.
De esta manera, los célebres títulos de Nintendo llegarán a los «smartphones», el producto tecnológico más reciente que ha marcado una verdadera revolución. Según reza el comunicado emitido, ambas compañías «trabajarán juntos para combinar sus puntos fuertes y buscar nuevas oportunidades de negocio». Una decisión que modifica radicalmente la postura adoptada en las últimas épocas.
El presidente de Nintendo, Satoru Iwata, ha justificado esta decisión al señalar que ha tenido que «considerar cuidadosamente» la forma en la que la compañía prevé crecer en el negocio mediante el «mantenimiento y el cuidado del valor de nuestras IPs». A su juicio, «se trata de un mercado altamente competitivo y sólo un puñado deproveedores de contenidos han sido capaces de mostrar resultados duraderos».
Pero será una realidad en partes, ya que se «adaptarán» los títulos de nueva creación en lugar de transportar juegos creados específicamente para la consola de sobremesa Wii U o la portátil Nintendo 3DS, cuyo nuevo diseño acaba de desembarcar en el mercado. Es decir, se desconoce si la jugabilidad de un título de Mario o Zelda será la misma en los dispositivos móviles.
Una alianza que supondrá hacer evolucionar a una compañía curtida a base de juegos adictivos y con una filosofía clara acerca del ocio electrónico. Para llevar a cabo esta operación, Nintendo adquirirá el 10% de las acciones de DeNa, equivalente por 22.000 millones de yenes (171 millones de euros). DeNa, por su parte, comprará por el mismo montante el 1.24% de las participaciones del fabricante de videojuegos.
Un servicio «online» para trasvasar los servicios de ambas compañías es otra de las novedades. Llegará en otoño y, desde esta plataforma, se poder acceder a los videojuegos desde varios puntos: la consola, el ordenador, la tableta y teléfono móvil, un concepto experimentado porNvidia y Sony y que inaugura una nueva forma de consumo de entretenimiento en donde impera la movilidad extrema y la convergencia entre distintos aparatos electrónicos.
Nueva consola a la vista
La creación de una nueva consola que sustituirá a las actuales es otro de los proyectos. Bajo el nombre en clave Nintendo NX, la firma japonesa podría presentarse de forma oficial durante la próxima feria de videojuegos E3, que se celebrará en junio en Los Ángeles.
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