El propio Mark Zuckerberg ha reconocido que no existe la herramienta perfecta para detectar los contenidos ilícitos que infringen las normas comunitarias recientemente actualizadas
Las nuevas normas comunitarias de Facebook están provocando numerosas reacciones entre sus usuarios. Y es lógico. La red social deMark Zuckerberg cuenta con más de 1.300 millones de personas y una parte de ellas ha vivido la censura de la red social.
Violencia y amenazas, conductas autodestructivas, acoso, lenguaje que incite al odio, contenido gráfico, desnudos, identidad y privacidad, propiedad intelectual, artículos regulados, phishing y spam y seguridad son los apartados renovados dentro de las normas internas. Toda publicación relacionada con cualquiera de esos epígrafes corre el peligro de ser denunciado y queFacebook elimine el contenido.
«Están prohibidas las amenazas a personas o la organización de actos violentos», explica la red social. Muchos usuarios pueden estar de acuerdo con esta medida. Sin embargo, Facebook no siempre ha acertado, y seguirá sin hacerlo, a la hora de imponer la censura. Cabe recordar en este sentido, por ejemplo, que hasta hace no mucho tiempo las imágenes de madres amamantando a su hijo eran eliminadas por la red social. ¿Desde cuando la lactancia se merece algo así?
«Facebook permite la publicación de fotos de madres amamantando», declaró la red social poco después de que se generase una gran polémica el pasado año tras eliminar fotos de este tipo. El movimiento online#FreetheNipple fue el que provocó el cambio.
Respecto a las cicatrices de mujeres que han sufrido cáncer de mama, Facebook no ha sido hasta ahora del todo claro. En mcuhas ocasiones, ha levantado la polémica tras vetar algunas de estas imágenes. El pasado año un fotógrafo español Bennya Acame vivió en sus carnes cómo la plataforma intentaba que los usuarios no «vieran» a una modelo que mostraba orgullosa la cicatriz en uno de sus pechos tras superar el problema. Sin embargo, en otras ocasiones la normativa ha sido más permisiva. Un año antes, en 2013, la compañía modificó entonces las cláusulas para dar a entender que sí se podían publicar fotos que exhiben sus mastectomías. En aquella ocasión, un grupo de mujeres intentaron crear conciencia acerca del cáncer.
Hace unos días, la polémica acerca de los desnudos se ha reavivado con el llamativo cuadro de «El origen del mundo», cuya imagen no tenía cabida en Facebook. Y tampoco podemos olvidar que la red social eliminó otra fotografía de una mujer en la que creía que los codos eran pezones de pechos femeninos. «Facebook tiene un problema: el puritanismo de la sociedad americana», explica a ABC Esteban Mucientes, vicepresidente de la Asociación de Profesionales del Community Management y Social Media (AERCO). «Gestionar tantas páginas es complicado y controlar los contenidos aún más», reconoce, y hay que ser muy precavidos a la hora de censurar. La clave, para el experto, está en las fórmulas para retirar contenidos.
El propio Mark Zuckerberg ha reconocido que no existe la herramienta perfecta. En un post publicado en su perfil sobre las modificaciones, dice que la tarea no es sencilla. No hay que olvidar que Facebook trabaja con gobiernos y, cada uno de ellos, realiza denuncias de múltiples tipos de contenido.
El debate continúa
Por tanto, ¿dónde está el límite? Cada día se crean en Facebook falsas páginas, por ejemplo, que suplantan la identidad de famosos. Son casos en los que la propiedad intelectual es socavada, algo terminantemente prohibido, según las nuevas normas comunitarias.
Solo el algoritmo secreto desarrollado por la red social puede dar con este tipo de publicaciones siempre y cuando los empleados de Facebook no lo detecten antes. No hay que olvidar que un equipo trabaja las 24 horas del día, los siete días de la semana, en gestionar todas las peticiones que los usuarios realizan a través de las denuncias.
En definitiva, resulta muy complicado gestionar qué tipo de contenido es lícito, dado que para uno es un hecho reprobable, para otro, aceptable. Aunque esta vez Facebook ha concretado un poco más en torno a sus normas, los pechos femeninos -no masculinos- seguirán censurándose así como las nalgas. Eso no cambiará, ya que puede ser consdierado un elemento sexual. Pero pensando, ¿y la publicación de una fotografía de una modelo desfilando en ropa interior debe ser censurada? La polémica, claro está, no termina aquí.
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